El camello es un animal fascinante, conocido por sus adaptaciones únicas al entorno árido.
Como rumiantes, tienen un proceso digestivo especial que les permite regurgitar y volver a masticar su alimento.
Su estómago, dividido en cuatro partes, les ayuda a maximizar la absorción de nutrientes.
Una de sus características más impresionantes es la capacidad de almacenar agua, con células especiales en su estómago que pueden contener hasta 9 litros, lo que les permite sobrevivir en condiciones extremas.
características del camello
Por ser rumiantes, regurgitan el alimento ingerido, lo mastican mezclándolo con saliva y vuelven a tragarlo después de esta operación, de una manera definitiva. El estómago está dividido en cuatro partes. Es digna de mención la gran capacidad de los camellos para almacenar agua, para lo cual no necesitan de ningún estómago especial. En la panza o primer departamento del estómago existen numerosas células especiales —también se encuentran, aunque en menor grado, otras células parecidas en la redecilla o segunda cámara del estómago—, todas las cuales son capaces de almacenar agua, en una cantidad total de cerca de 9 litros. Los músculos evitan que el agua sea exprimida hacia el interior del estómago a menos que el animal así lo desee. Además de este medio único de almacenar agua poseen en la parte anterior de la boca una estructura particular, parecida a una vejiga membranosa, que puede servir para mitigar la sensación de sed. Esta vejiga tiene muchos poros y muy posiblemente recibe agua procedente del estómago.
La giba está formada principalmente por grasa y actúa como una reserva de alimento. Cuando el animal está, bien nutrido la giba es turgente y redondeada, pero si está mal alimentado, o después de una marcha exhaustiva, aquélla disminuye de tamaño.
Los camellos son vegetarianos y se alimentan principalmente de hierbas y sus brotes. Las hembras paren una cría cada dos o tres años después de un periodo de gestación que dura casi un año. Los jóvenes maman durante un año o más. La duración de su vida es de unos 40 años; no obstante, el exceso de trabajo puede reducirla considerablemente.