Las características fisiológicas de las bacterias son fundamentales para entender su funcionamiento y adaptación en diversos entornos.
Estas características se estudian a través de la fisiología y bioquímica de las bacterias, utilizando cultivos purificados en medios de cultivo que pueden ser sólidos, líquidos o semilíquidos.
Cada bacteria tiene necesidades alimentarias específicas, que pueden incluir vitaminas, minerales y compuestos químicos, lo que refleja su diversidad y complejidad en la naturaleza.
características fisiológicas de las bacterias
La fisiología y bioquímica de las bacterias han sido estudiadas en el laboratorio con observaciones realizadas sobre cultivos que han sido purificados mediante la selección de simples células bacterianas típicas y su siembra en o sobre mezclas favorables de alimentos artificiales. Algunas requieren el enriquecimiento del medio con vitaminas y minerales.
Las necesidades alimentarias de las diferentes bacterias son tan heterogéneas como su medio ambiente. Como estos seres han de estudiarse en el laboratorio con el fin de determinar su significación en el cuadro de la naturaleza, se emplean para su cultivo preparaciones alimenticias sólidas, líquidas o semilíquidas. Este ambiente artificial se denomina medio de cultivo o caldo y puede incluso prepararse a base de sustancias sintéticas que contengan compuestos químicos conocidos. El agua, el Agar o gelatina, las Peptonas, las albumosas, los péptidos y los Aminoácidos proporcionan medios bien tamponados que tienen suficiente nitrógeno aprovechable. Se emplea también extracto de carne como auxiliar del medio.
Las bacterias, como todos los seres vivos, se muestran sensibles al ambiente exterior, que afecta a su crecimiento y vitalidad, especialmente si se ven expuestas a cambios de presión atmosférica, temperatura, humedad y sustancias químicas. Las bacterias se componen de protoplasma, compuesto en un 80 % de agua. Todas las actividades químicas esenciales para la vida, simples o complejas, requieren agua. Por esta razón, el agua es una necesidad en el ambiente de las bacterias sea éste una alcantarilla, el suelo o el cuerpo de una planta o un animal. La sequedad les es generalmente nociva, aunque algunas, como el bacilo de la tuberculosis, son más resistentes a ella que otras.
Para satisfacer su necesidad de alimento, las bacterias reducen las proteínas a aminoácidos, que luego descomponen en amoniaco, metano, anhídrido sulfuroso y otras sustancias odoríferas. Este proceso se denomina putrición, corrupción o putrefacción. En cuanto el protoplasma celular pierde la vida, las bacterias, con sus actividades metabólicas, comienzan la labor de transformar anaeróbicamente las sustancias moleculares coloidales en alimentos solubles difusibles que atraviesan fácilmente el tabique celular de la bacteria. En presencia de oxígeno la descomposición resulta más completa, con la producción de anhídrido carbónico, agua y nitrógeno. En un medio húmedo y caliente toda partícula de materia orgánica muerta se descompone. Muchos de los cambios químicos producidos por las bacterias obedecen a efectos catalíticos de fermentos solubles o Enzimas. De éstas muchas se difunden de la célula bacterial, mientras otras actúan solamente en el interior de la misma.