La palabra caravaca se relaciona principalmente con la Cruz de Caravaca, un símbolo religioso que consiste en una cruz con un pie y dos travesados paralelos.
Esta cruz es emblemática en la tradición cristiana y se asocia con la protección y milagros.
Su origen se vincula a la ciudad de Caravaca de la Cruz, en España, donde se venera esta importante reliquia, convirtiéndola en un objeto de devoción para muchos creyentes.