El carbón activado es un derivado del carbón que destaca por su capacidad de adsorción, lo que lo convierte en un agente eficaz en el tratamiento de envenenamientos y sobredosis por ingestión oral.
Al prevenir la absorción de venenos en el estómago, se utiliza en dosis específicas para adultos y niños.
Sin embargo, su uso inadecuado puede resultar en complicaciones graves, como la broncoaspiración, lo que resalta la importancia de su manejo adecuado.
m. El carbón activado es un derivado del carbón, muy eficiente los fenómenos de adsorción. (Ver: agente adsorbente).
El carbón activado es utilizado para tratar envenenamientos y sobredosis por ingestión oral. Previene la absorción del veneno en el estómago. La dosificación típica para un adulto es de 25-50 g. Las dosis pediátricas son 12-25 g. El uso incorrecto de este producto puede producir broncoaspiración (ingreso a los pulmones) y puede dar lugar a un desenlace fatal si no es controlado. Para el uso fuera del hospital, se presenta en comprimidos de 1 g, o en tubos o botellas plásticas, comúnmente de 12,5 ó 25 g, premezclados con agua.
Segundo diccionario: carbón activado
Producto de gran poder adsorbente obtenido sometiendo carbón vegetal a una oxidación por aire entre 300 y 400 °C o a la acción de vapor sobrecalentado a 700-900 °C. El carbón activo se emplea abundantemente para separar materias colorantes de las soluciones de azúcar, jarabes, grasas y aceites. Es también el principal material adsorbente utilizado en la Máscara de gas; los sistemas de Acondicionamiento de aire contienen carbón activado para eliminar las sustancias que puedan contaminar el aire. En las industrias que emplean disolventes comerciales, el carbón activado se usa para adsorber los disolventes vaporizados y permitir así su recuperación y nuevo empleo. Véase Carbón vegetal.