El término careto se utiliza para describir a un caballo o toro que presenta una cara blanca y una frente de color oscuro, lo que le otorga un aspecto distintivo.
Esta característica resalta en la apariencia del animal, creando un contraste notable entre los colores de su rostro y el resto de su cabeza.
La palabra careta, aunque relacionada, puede referirse a otros contextos, pero en este caso, se centra en la descripción de estos animales.