El término cárex se refiere a un género que abarca más de mil especies de plantas herbáceas perennes, pertenecientes a la familia de los juncos, Ciperáceas.
Aunque se distribuyen globalmente, muchas especies se concentran en áreas específicas, especialmente en regiones húmedas, como las alpinas y polares.
Estas plantas se caracterizan por sus tallos triangulares, hojas trirrayadas y flores unisexuales, que dependen del viento para su polinización.
Género que comprende más de mil especies de plantas herbáceas perennes. El cárex es el género más numeroso de la familia de los juncos, Ciperáceas. Aunque está diseminado por todo el mundo, aproximadamente la mitad de las especies se encuentran en áreas definidas. La mayoría prefieren zonas húmedas y forman cultivos exclusivos de cada especie individual que caracterizan el panorama, especialmente en las regiones alpinas y polares. Los tallos o cañas son casi siempre triangulares. Las hojas, trirrayadas, tienen una vaina o lígula y una vena central y son más bastas y más correosas que las de otras hierbas. Las flores unisexuales no tienen cubiertas florales, pero
están sostenidas por escamas o brácteas y aparecen agrupadas en espigas aisladas o formando una sola. La polinización corre a cargo del viento, rara vez de los insectos. Las nuececillas o frutos están siempre encerrados en un saco suelto o fijo de muy poca consistencia denominado perigonio o utrículo. El perigonio proporciona las principales características diferenciales de las numerosas especies. Los juncos carecen de importancia económica. Tienen un valor real en cuanto aseguran y fijan las tierras en las regiones bajas. Sirven también de cobijo y de alimento a los animales salvajes, especialmente aves de caza y marinas, castores, ratas almizcleras y ciervos. Se cultivan varias especies atractivas.