Las carreras de automóviles tienen una historia que se remonta a los inicios de los vehículos a motor.
En 1887 se montó el primer motor de combustión interna en un automóvil, y siete años después se realizó la primera prueba por carretera entre París y Ruán.
Sin embargo, la primera competencia oficial se llevó a cabo en 1895 entre París y Burdeos, recorriendo unos 1700 km a una velocidad media de 24 km/h.
En 1902, James Gordon Benett propuso una carrera entre París y Viena, que derivó en el Gran Premio de Le Mans.
Este evento marcó el inicio de competencias icónicas como los Grandes Premios de Inglaterra, Suiza, Italia y Argentina, así como las carreras en México.
Carreras de automóviles (historia de sus comienzos)
Deporte casi tan antiguo como los propios vehículos accionados por motores a gasolina. El motor de combustión interna fue montado por primera vez en un automóvil en 1887. Siete años más tarde tuvo lugar la primera prueba por carretera entre París y Ruán. Sin embargo, se considera como primera prueba oficial la celebrada en 1895 entre París y Burdeos con un recorrido de ida y vuelta de unos 1700 km por carreteras muy tortuosas a una velocidad media de 24 km/h.
En 1902, James Gordon Benett, editor americano, ofreció un trofeo para una carrera de ida y vuelta entre París y Viena, que limitaba la participación a tres vehículos por país. Esta restricción hizo que el acontecimiento fuese sustituido casi de inmediato por el Gran Premio de Le Mans (Francia), que, salvo periódicas interrupciones, ha continuado hasta nuestros días. Los Grandes Premios de Inglaterra, Suiza, Italia y Argentina para toda clase de coches deportivos, así como la competición celebrada en México sobre la ruta panamericana, son muy importantes.
En España tenían trascendencia mundial las carreras de Lasarte iniciadas en 1923; la gran carrera Peña Rhin, de Barcelona, suspendida a raíz de la catástrofe de Le Mans en 1956, cerró las competiciones internacionales para el premio mundial en su IV edición (1955).
En Norteamérica, donde las competiciones nacieron con una década de retraso respecto a Europa, fue la primera la Vanderbilt Cup (iniciada en 1904 y suspendida en 1916) y se celebró con coches de carrera extranjeros. El primer control de calidad en la fabricación de coches americanos se produjo en 1905 con la inauguración de los circuitos de Charles Glidden, consistentes en una serie de duras pruebas efectuadas sobre carretera, que pusieron de manifiesto muchos defectos de los vehículos primitivos. Después de unos años fueron sustituidos por la carrera «Memorial Day» (30 mayo) de Indianápolis, con 800 km de recorrido sobre ásperas pistas mantenidas por los fabricantes de coches.
Las competiciones automovilísticas se dividen en tres categorías generales: de carretera, de pista y de trayectoria recta, limitada esta última a las pruebas celebradas en Daytona Beach (Florida) y en las planicies salinas de Bonneville (Utah), donde John R. Cobb obtuvo en 1947 la marca mundial de velocidad en milla lanzada sobre un «Railton Mobil» a 630,713 kilómetros por hora.
Pruebas sobre pista rápida, de Indianápolis
Son las más destacadas por su antigüedad e importancia y constituyen, con la carrera de las 500 millas celebrada el «Memorial Day», el espectáculo deportivo nacional estadounidense que atrae mayores multitudes. La primera prueba, disputada en 1911, fue ganada por Ray Harroun sobre un «Marmon» a una media de 119,344 km/h. Desde aquella fecha la pista ovalada de ladrillo y asfalto del circuito de 4 km ha sido testigo del aumento progresivo de las velocidades con marcas superiores a 200 kilómetros por hora.
Pruebas para coches pequeños. Son una innovación introducida en la década de 1940, motivada por el coste prohibitivo de los vehículos deportivos fuera de serie. Son la nota característica de esta competición, que en 1948 llegó a su apogeo, los coches montados a mano con versión de mayor velocidad procedentes de vehículos pequeños, canoas automóvil y motocicletas. Los reglamentos establecen limitaciones específicas respecto a la cilindrada, anchura y distancia entre ejes y hacen obligatorio el uso de dispositivos de seguridad como cinturones y cascos.
Pruebas de coches deportivos
Este deporte, que se ha hecho popular en los Estados Unidos en fecha reciente, va a la zaga sin embargo, de las competiciones europeas. Las reglas exigen que los vehículos deportivos sean unidades autónomas completamente equipadas para su marcha en carretera con luces, señales acústicas, puesta en marcha automática, espejos retrovisores y herramienta. La carrera de resistencia de las 24 horas de Le Mans es considerada como la más dura de todo el mundo. En Estados Unidos su análoga es el Gran Premio Internacional de Resistencia de 12 horas, que se celebra en Sebring (Florida). Una prueba célebre de este tipo es la competición anual de México para coches de carrera con un recorrido de 3060 km por la Carretera Panamericana.
Las carreras para vehículos en serie, que dieron origen a las primeras competiciones automovilísticas en Estados Unidos, se suspendieron en 1910 y no resurgieron hasta 1945 en las zonas sur y oeste del país. Esta clase de competiciones se ampliaron desde las 87 primitivas celebradas en 1949, en 25 circuitos, hasta más de 1000 en los cuatro años siguientes, con un aumento calculado en más de 4000000 de espectadores.
Además de las pruebas en pista y carretera se han añadido al calendario anual algunas especiales; son de destacar la ascensión a la cumbre del Pike Peak de 20 km, inaugurada en 1916, y la Carrera de la Economía patrocinada por Mobilgas (Mobilgas Economy Run), que es anual y consta de 2136 km de recorrido desde Los Ángeles a Sun Valley, en la que se eligen los vencedores sobre bases comparativas de tonelada-milla de acuerdo con el precio de los vehículos y el tipo de las cajas de cambios empleadas. Véase Automóvil.