El término carrujado se utiliza como un adjetivo que describe algo que está en un estado de encarrujamiento, es decir, que presenta arrugas o pliegues.
Por otro lado, la carrujada se refiere al sustantivo que designa el estado o la condición de estar carrujado.
Ambas palabras evocan una imagen de algo que ha perdido su lisura o uniformidad, ya sea en un contexto físico o figurado.