El término cártel, proveniente del alemán Kartell, se refiere a una coalición de empresas que se unen, ya sea de manera verbal o escrita, para controlar la producción y distribución de un producto.
Su objetivo principal es regular el mercado, fijar precios y limitar la competencia, lo que a menudo resulta en precios superiores a los del mercado competitivo.
Aunque suelen operar dentro de un país, algunos cárteles tienen un alcance internacional.
Del alemán Kartell. Coalición de empresas industriales o comerciales privadas, organizada por acuerdo verbal o escrito con o sin aprobación oficial con el fin de controlar la producción o puesta en el mercado de un producto, comercio o proceso, mediante regulación de la producción, distribución de mercados, fijación de precios u otros medios. Los precios generalmente se fijan muy por encima del nivel competitivo mediante la restricción o eliminación de la competencia. Los cártels suelen funcionar dentro de los límites de un país, pero a veces son internacionales por su esfera de acción. Generalmente voluntarios, se han formado a veces por imposición gubernamental, particularmente en Alemania e Inglaterra. Sus miembros están controlados por el comité ejecutivo de la organización que sanciona las infracciones. Las disputas internacionales se resuelven normalmente mediante arbitraje.
Los cártels en el sentido económico moderno hicieron su aparición en la segunda mitad del siglo xix, aunque algunos sindicatos de venta de productos como la sal, alumbre y cobre existieron entre los Siglos xiv y xvi. Los minerales, el papel y otras industrias clave comenzaron a formar cártels en Alemania hacia 1875, con un desarrollo paralelo en los Estados Unidos en forma de numerosas fusiones y trusts. En Alemania, el número de tales organizaciones creció de unas 70 en 1885 a más de 2100 en 1930. Los cártels internacionales pasaban del centenar al comienzo de la I Guerra Mundial. Entre los productos controlados eficazmente figuraban el carbón y coque, tintes, productos químicos, grasas, aceites, acero, cobre, artículos eléctricos, cuero, alimentos y textiles. Durante la I Guerra Mundial, el gobierno alemán contaba con los cártels como principales agencias para satisfacer las grandes necesidades de sus fuerzas armadas. Con anterioridad a la II Guerra Mundial, los cártels conocieron un desarrollo sin precedentes, que continuó hasta el final de la guerra.
El ejemplo más notable de cártel mundial fue el de la I. G. Farben, o Trust Químico Alemán, organizado hacia 1926. Cierto número de sociedades norteamericanas mantenían acuerdos con los intereses Farben y ejercían dominio sobre materiales tan vitales como los explosivos, magnesio, tintes, productos farmacéuticos y químicos, titanio y fertilizantes. Durante la II Guerra Mundial, el Departamento de Justicia de los Estados Unidos inspeccionó las actividades de la organización Farben en los Estados Unidos; cierto número de filiales fueron citadas como conspiradoras y otras 50 sociedades acusadas ante los tribunales. La acción judicial que siguió a esos descubrimientos impuso fuertes multas. En 1942 la Alien Property Custodian se incautó de elevado número de patentes de la I. G. Farben. En Alemania, el gobierno militar norteamericano procesó en 1947 a 23 directores de la Farben, pero todos ellos serían absueltos. Tres años más tarde el trust Farben fue disuelto y se restauró la libre competencia en la industria química alemana.
Aunque existen numerosas variantes los cártels son de tres tipos generales: fijación de precios, limitación de suministros y división de territorios. El cártel de fijación de precios trata de establecer precios mínimos o uniformes, agencias o sindicatos centrales de venta y acuerdos de reparto de beneficios. El de limitación de suministros asigna cuotas de venta o de producción a cada miembro e impone multas si se rebasan las cifras fijadas; sin embargo, los precios y producción quedan a discreción de cada miembro. El tercer tipo general de cártel concede al miembro libertad absoluta dentro de su territorio, con lo que crea cierto número de monopolios regionales. Los cártels internacionales suelen pertenecer a esta tercera clase; practican con frecuencia el «pool» de patentes.