El cartel en el ámbito de la publicidad es un anuncio visual que busca atraer la atención del público.
Su historia se remonta a civilizaciones antiguas, como la egipcia, donde se utilizaban pinturas para promocionar festivales.
Aunque su propósito principal es comercial, el diseño de los carteles ha evolucionado a lo largo del tiempo, convirtiéndose en una forma de arte que ha sido perfeccionada desde la invención de la imprenta y la litografía, especialmente en Francia.
Anuncio con fines publicitarios. Los carteles son de origen muy antiguo, pues ya 3000 años a. de J.C. los egipcios atraían la atención sobre sus festivales mediante pinturas en las paredes que describían los atractivos de la fiesta. Aunque su objeto es comercial antes que artístico, el diseño pictórico de los carteles se ha convertido en un arte menor realizado muchas veces por pintores de fama.
En los tiempos medievales, los carteles solían ser burdos dibujos, exhibidos en la plaza de la ciudad para anunciar un auto dramático o un entretenimiento similar. Su empleo era muy limitado, ya que cada cartel tenía que ser pintado o grabado a mano. El primer pasó en el desarrollo de los carteles modernos se dio con la invención de la imprenta en 1450. Aunque así se hizo posible la distribución de carteles impresos, el cartel pictórico no evolucionó hasta el desarrollo de la litografía. Francia fue el primer exponente del nuevo arte. El cartel impreso se había convertido en parte integrante de la escena parisiense en el siglo xix; existían incluso normas que regulaban su empleo. Los carteles que anunciaban las funciones en la Opera de París se imprimían en papel amarillo, los de la Comedia Francesa en verde, los anuncios oficiales siempre en blanco. El primer nombre importante en el campo de los carteles pictóricos litografiados es el de Jules Chéret, parisino que pasó algún tiempo en una imprenta londinense. Chéret, que creó durante su vida más de mil diseños, sólo tuvo tres colores fundamentales con que trabajar. A pesar de esta limitación realizó trabajos de un encanto y animación extraordinarios. Aunque Chéret siguió siendo el mejor creador de carteles de su tiempo, los franceses Bonnard e Ibels contribuyeron notablemente al desarrollo del arte. Además de un elevado número de artistas que se dedicaron exclusivamente a realizar carteles, pintores de la talla de Honoré Daumier, Édouard Manet y Hen-ri de Toulouse-Lautrec no desdeñaron el trabajar como cartelistas. Los de Toulouse-Lautrec son especialmente notables, ya que crearon un nuevo estilo de cartel pictórico. Toulouse-Lautrec centró su trabajo en sorprendentes masas de colorido y su ejemplo fue imitado por artistas de menor categoría hasta la aparición de nuevas tendencias. Otro innovador en los diseños de carteles fue Mucha, húngaro residente en París. Su obra muestra una mayor delicadeza en el uso del color que la de Lautrec, así como una mayor concentración en el dibujo. Aunque lo mismo puede decirse del arte de los carteles dondequiera que se haya desarrollado, lo cierto es que fue en Francia especialmente donde los carteles siguieron las tendencias artísticas; así se realizaron a la manera clásica, impresionista, postimpresionista y, actualmente, en los estilos surrealista y cubista.
Aunque Francia fue el centro del arte de los carteles en el siglo xix, los artistas de otros países europeos realizaron trabajos muy meritorios. Los primeros cultivadores ingleses del nuevo arte fueron Godfrey Durand y Walter Grane, pero el primer cartel que reveló las posibilidades de la nueva forma artística fue el realizado por Frederick Walter para anunciar la obra A Woman in White. Otros artistas ingleses de carteles fueron los hermanos Biggerstaff y, más tarde, figuras como Aubrey Beardsley, Dudley Hardy y el decorador de teatro, Gordon Craig. En Alemania, Hans Flato, Ludwig Hohlwein y muchos otros cuentan con trabajos equiparables a los mejores realizados por ingleses y franceses. El ruso León Bakst es otra importante figura en este arte. Los carteles españoles suelen ser muy ricos de colorido; los que anuncian corridas de toros corren a cargo de artistas especializados en el género, aunque Utrillo ha realizado excelente trabajo en este campo.
El arte de los carteles en América ha evolucionado desde los primeros toscos dibujos que anunciaban producciones teatrales y circenses a principios del siglo xix a las enormes carteleras que inundan hoy las carreteras americanas. Los artistas norteamericanos que mayor fama han alcanzado en este campo son Maxfield Parrish, Charles Dana Gibson y Norman Rockwell, acaso el mejor cartelista norteamericano de la historia. El arte de los carteles prosperó rápidamente en Estados Unidos hasta convertirse en parte importante de una gran industria americana: la publicidad. El arte de los carteles interesa al artista y al historiador. Se han celebrado muchas exposiciones de las mejores obras y el coleccionar carteles por su importancia artística e histórica constituye una ocupación fascinante.