La casa mortuoria es el lugar donde se lleva a cabo el duelo tras la muerte de una persona.
Este espacio se convierte en un refugio para los seres queridos, quienes se reúnen para rendir homenaje y recordar al fallecido.
En este contexto, la casa adquiere un significado especial, al ser el escenario donde se viven momentos de tristeza y reflexión, así como de apoyo emocional entre familiares y amigos.