La palabra cascabelada se refiere, en su primera acepción, a una fiesta ruidosa y local que se celebraba con pretales de cascabeles, creando un ambiente festivo y bullicioso.
En un sentido más figurado y familiar, describe un dicho o hecho que carece de juicio, sugiriendo una falta de sensatez o reflexión.
Así, "cascabelada" evoca tanto la alegría de una celebración como la crítica a acciones poco pensadas.