El caso Dreyfus fue un escándalo judicial que tuvo lugar en Francia a finales del siglo XIX.
En 1894, el capitán Alfred Dreyfus, de origen judío, fue arrestado por supuesta traición, acusado de vender secretos militares a Alemania.
Su juicio, marcado por un solo documento cuestionable y un fuerte antisemitismo, resultó en una condena injusta.
Este caso no solo reveló las tensiones sociales de la época, sino que también desencadenó un movimiento en defensa de la justicia y los derechos humanos.
caso Dreyfus
En el otoño de 1894 Alfred Dreyfus (1859-1935), capitán del Ejército francés, n. en Alsacia, fue arrestado cuando estudiaba en la Escuela de Estado Mayor de París bajo la acusación de intentar vender secretos militares a una potencia extranjera, que se sobreentendió era Alemania. Fue juzgado por un tribunal militar del 19 al 22 de diciembre. El fiscal basó su acusación en un solo documento, sin firma ni fecha, el bordereau, en que se relacionaban los informes ofrecidos en venta. Los técnicos no estuvieron todos de acuerdo en que el documento fuera del puño y letra de Dreyfus; pero su personal impopularidad, unida a un fuerte sentimiento antisemita (el acusado era de origen judío), influyó en la sentencia y Dreyfus fue condenado a degradación militar y cadena perpetua. En enero de 1895 fue confinado en la isla del Diablo, colonia penitenciaria frente a la costa de la Guayana Francesa.
Luego la familia del condenado, ayudada por Bernard Lazare, consiguió suscitar un movimiento en favor de la revisión de la sentencia. Los periódicos se dividieron en dos bandos y se produjo gran efervescencia popular. Por su parte, el coronel Picquart, que se hizo cargo del Departamento de Información en julio de 1895, observó que continuaban las filtraciones de secretos militares y llegó al convencimiento de que el comandante Esterhazy era el verdadero culpable, así como el autor del bordereau. Se llegó a formarle consejo de guerra, pero fue absuelto el 11 de enero de 1898. Mientras tanto, proseguía el movimiento en favor de la revisión de la sentencia de Dreyfus, avivado por su hermano Matthieu Dreyfus, Scheurer-Kestner, Anatole France, George Clemenceau y otros. El 13 de enero de 1898, el novelista Zola publicó una carta abierta —el sensacional J’accuse— en el periódico que dirigía Clemenceau (L Aurore). La carta, dirigida al presidente de la República, protestaba la inocencia de Dreyfus. Con este motivo, bajo la presión del Ministerio de la Guerra, Zola fue juzgado por difamación. Al fin, después de un segundo juicio, fue condenado a un año de cárcel, pero para entonces había abandonado Francia. El 31 de agosto se suicidó el sucesor de Picquart, coronel Henry, que había admitido el amaño de documentos falsificados contrarios a Dreyfus, mientras dimitía Cavaignac, ministro de la Guerra, que había leído en la Cámara de los Diputados un documento falsificado como prueba de la culpabilidad de Dreyfus. Finalmente, el 27 de setiembre de 1898, el veredicto de Dreyfus fue remitido al Tribunal de Casación. Como consecuencia de la decisión de éste que, después de la investigación de los hechos admitió la necesidad de un nuevo juicio, Dreyfus fue traído a su patria para ser juzgado por segunda vez en Rennes, del 7 de agosto al 9 de setiembre de 1899. Fracasó un intento de asesinar a su abogado.
El nuevo juicio se caracterizó por las más vergonzosas evasivas. Los testigos militares convocados trataron en sus declaraciones de perjudicar al acusado lo más posible y el fallo no revocó la sentencia primitiva como se esperaba. Dreyfus fue declarado culpable y condenado a diez años de prisión. El 19 de setiembre de 1899, finalmente, el presidente de la República concedía el indulto al desafortunado oficial y le ponía en libertad al día siguiente.
Una vez más se recurrió al Tribunal de Casación a comienzos del año 1904. El 12 de julio de 1906 el Tribunal dictó una resolución que anulaba el veredicto del Consejo de Guerra celebrado en Rennes en 1899 y declaraba que, efectivamente, nunca existió delito y que, por tanto, no cabía imputar a Dreyfus culpabilidad alguna. El 13 de julio se aprobó una ley que reingresaba a Dreyfus en el Ejército con la graduación de comandante y al coronel Picquart con la de general de brigada. También se ordenó el traslado de los restos de Zola, a costa del Gobierno, al Panteón de los hombres ilustres desde el cementerio de Montmartre. Dreyfus prestó servicios en la I Guerra Mundial como teniente coronel. Véase Esterhazy.
El Affaire Dreyfus produjo tal excitación y revuelo político en toda Francia que el país se dividió en dos bandos, los partidarios y los adversarios de Dreyfus, que mutuamente se odiaban, a tal punto, que a veces pareció inminente el estallido de la guerra civil. Entre los más activos e irreconciliables adversarios suyos se encontraba el coronel Pétain, más tarde presidente de la Francia de Vichy. La I Guerra Mundial abrió una tregua entre las disensiones de ambos bandos. Éstas surgieron de nuevo durante la época de malestar político y económico de los años 1930 y, más tarde, al producirse la derrota de Francia en 1940 e incluso después de la liberación.