La castidad conyugal se refiere a la práctica de la abstinencia y la fidelidad que los cónyuges se prometen entre sí dentro del matrimonio.
Este compromiso implica un respeto profundo por la relación, donde ambos se cuidan y se protegen mutuamente, evitando cualquier conducta que pueda poner en riesgo su unión.
La castidad conyugal no solo se relaciona con la sexualidad, sino también con el amor y la confianza que deben prevalecer en la vida compartida.