El término casto se refiere a una persona que posee pureza tanto en su alma como en su cuerpo, lo que implica una vida de integridad y respeto hacia sí misma y los demás.
Por otro lado, la palabra casta se relaciona con vivir de acuerdo a las normas de decencia y pudor, reflejando un comportamiento que evita la lascivia y promueve la modestia.
Ambas acepciones destacan valores éticos y morales en las relaciones humanas.