El término catalizar proviene de la química, donde se refiere a la acción de intervenir como catalizador en una transformación, facilitando o acelerando un proceso sin consumirse en él.
En un sentido más amplio, se utiliza de manera figurada para describir la capacidad de provocar una reacción o cambio en diversas situaciones, ya sea en contextos sociales, emocionales o creativos.
Así, catalizar implica ser un agente de transformación.