Las catedrales de Alemania son un reflejo de la rica historia arquitectónica del país, donde el estilo románico se arraigó profundamente.
Ejemplos emblemáticos como la catedral de Maguncia, con su fusión de estilos, y las imponentes estructuras de Spira y Worms destacan por su diseño basilical y bóvedas de arista.
La influencia del gótico francés también es evidente en catedrales como las de Friburgo y Colonia, que han sobrevivido a lo largo de los siglos, reflejando la evolución cultural y artística de la región.
catedrales de Alemania (historia)
Alemania, donde arraigó el románico hasta el punto de naturalizarse germano, posee algunas de las catedrales más representativas de este estilo. Entre ellas destacan la de Maguncia (siglo xii), con cúpula moderna y exterior barroco, rematado a finales del siglo xviii por Neumann, exterior que, pese a la diferencia de estilo, se funde maravillosamente con el románico; la de Spira (1030) y la Worms (siglos xii y xiii), de cúpula poligonal. Las tres son basilicales, carecen de girola y emplean la bóveda de arista.
El gótico francés influyó decididamente en Alemania cual se advierte en sus principales catedrales: la de Friburgo (siglo xiii), con una famosa torre levantada en el siglo xiv; la de Ratisbona, empezada en 1275, cuyas obras se prolongaron durante dos siglos; la de Ulm (siglos xiv al xvi) y la de Estrasburgo, iniciada en el siglo xii. La edificación de la catedral de Colonia, de cinco naves, tres en el crucero, ha atravesado un sinnúmero de vicisitudes. Comenzada en 1248 bajo la dirección de Gerhard de Rile y consagrada en 1322, no se vería terminada hasta 1880 por los arquitectos Ahlert, Zwirner y Voigtel. Sus dos famosas torres miden 160 m de altura. La catedral de Berlín es renacentista.
Las catedrales alemanas, como las italianas, hubieron de pagar también su tributo a la última guerra. La de Colonia quedó casi totalmente destruida, aunque se salvó su estructura fundamental, así como la mayor parte de sus tesoros artísticos; la de Münster (siglo xiii) recibió varios impactos directos; la de Aquisgrán, que encierra el tesoro de la capilla de Carlomagno, construida con mármoles de Italia sobre el modelo de San Vitale de Rávena, se salvó con leves desperfectos.