La palabra catela se refiere a una cadenilla utilizada en la antigüedad por los romanos para adornar sus alhajas.
Este elemento decorativo no solo cumplía una función estética, sino que también servía para asegurar y embellecer las joyas.
A pesar de su origen histórico, la catela ha perdurado en el tiempo y sigue siendo empleada en la actualidad, mostrando la riqueza de la cultura y la artesanía a lo largo de los siglos.