La caza del zorro es una práctica que se popularizó en Inglaterra a partir de 1660, donde se utilizaban caballos y jaurías de perros, especialmente los Foxhounds, para perseguir a estos animales.
A lo largo del tiempo, se establecieron diversas jaurías en diferentes regiones, destacando su importancia en la cultura de la caza.
Esta actividad no solo se convirtió en un deporte, sino que también se extendió a América, manteniendo su relevancia hasta hoy.
La caza del zorro con caballos y jaurías no se puso en boga en Inglaterra hasta 1660. Se cuenta que Lord Arundel poseía una jauría de Foxhounds, con los que cazó regularmente de 1690 a 1700. Las jaurías de Charlton, luego las de Good-wood, aparecen durante el reinado de Guillermo III; a las de Staitondale, en el Yorkshire, se les supone una antigüedad de dos siglos. En 1726 poseía Draper una jauría dedicada a perseguir a los zorros que mataban a las ovejas del Yorkshire. En 1730 Thomas Fownes era también propietario de perros destinados al mismo fin en Stapleton (Dorsetshire). Lord Wilton, en su libro Sports and Pursuits of the English (1868), dice que «por el año 1750 empezaron a emplearse jaurías solamente para zorros». Sin embargo, las grandes cacerías tal como se describen en las obras de Surtees, con su suntuoso boato, sus duras cabalgadas y sus refinamientos, no llegaron hasta el siglo xviii. Desde Inglaterra, la caza del zorro fue llevada a América. Todavía perdura esta costumbre en Inglaterra y en el E de los Estados Unidos, pero se practica menos que antaño.