La cefalalgia o cefalea es un síntoma que puede manifestarse en diversas condiciones de salud, no siempre relacionadas con problemas en la cabeza.
A menudo, el dolor de cabeza común se distingue de la jaqueca o hemicránea, y no se considera una enfermedad en sí misma.
La investigación ha revelado que estos dolores pueden originarse por impulsos sensitivos en los vasos sanguíneos intracraneales, influenciados por factores como la presión y la composición de la sangre.
Síntoma que acompaña a numerosas enfermedades y achaques del hombre a consecuencia de lesiones orgánicas o trastornos funcionales no necesariamente localizados en la región craneal. El dolor de cabeza corriente, distinto del tipo de la jaqueca o hemicránea, no se considera enfermedad. En el esfuerzo por descubrir la causa de las cefaleas y determinar su prevención y tratamiento se han realizado numerosos estudios, que, aunque han arrojado luz sobre varios puntos, dejan todavía mucho por dilucidar. Parece evidente, sin embargo, que los dolores de cabeza provienen de impulsos sensitivos originados en las paredes distendidas o dilatadas de los vasos sanguíneos intracraneales. Las perturbaciones que ocurren en dichos vasos pueden resultar de: 1) variaciones de la presión intracraneal; 2) cambios en la composición de la sangre; 3) efectos reflejos procedentes de las distintas partes del organismo, particularmente de los órganos viscerales. Por la multiplicidad de sus causas, el tratamiento eficaz de las cefaleas supone, en cada caso, el descubrimiento previo de los trastornos responsables.
En la mayoría de los casos, el dolor parece estar relacionado con la irritación de las terminaciones nerviosas sensitivas situadas en las paredes de los vasos sanguíneos bien sea en el mismo encéfalo o en sus cubiertas, las llamadas meninges (duramadre y pia-madre). A su vez, la irritación es provocada por el aumento de la presión en la cavidad craneana (hipertensión intracraneal) o por una dilatación de los vasos. Los procesos que aumentan la presión intracraneana son los abscesos y tumores del cerebro y los tumores de la glándula pineal e hipófisis. La inyección de aire en los ventrículos del encéfalo para realizar la encefalografía (radiografía del encéfalo con fines diagnósticos) aumenta también la presión intracraneal y produce cefalea. Por otra parte, un súbito descenso de la presión intracraneal a consecuencia de la extracción del líquido cefalorraquídeo por punción lumbar puede engendrar también cefalea. Entre las causas locales extracraneanas de dolor de cabeza se encuentran las inflamaciones que atacan al nervio principal sensitivo de la cara (neuralgia del trigémino), infecciones de los senos y cansancio ocular.
El origen «congestivo» del dolor está demostrado por el hecho de que en ciertas personas predispuestas la inyección intravenosa de Histamina, que produce vasodilatación, da lugar a cefalea. Como la vasodilatación intracraneana puede producirse también por vía refleja, es de suponer que las emociones, así como los estímulos sensoriales procedentes de regiones remotas del cuerpo, produzcan también cefaleas (v. Sistema vasomotor). El dolor de cabeza del Estreñimiento o Constipación desaparece tan rápidamente al moverse el intestino que no puede atribuirse a una «autointoxicación» por la circulación de tóxicos intestinales, sino a un reflejo. Cierto es también, sin embargo, que una intoxicación del organismo, como ocurre en ciertas fiebres y en enfermedades del riñón (glomerulonefritis aguda, nefrosclerosis arteriolar, uremia), es. causa frecuente de cefaleas. Así acontece cuando se administran drogas como la nitroglicerina, empleada en el tratamiento del angor pectoris o angina de pecho. Recíprocamente, un descenso en la concentración de ciertos constituyentes normales de la sangre puede producir a su vez cefalea. Por ejemplo, el dolor de cabeza asociado a la sensación de hambre puede deberse a una disminución del azúcar sanguíneo.
Cefalalgésicos.
El dolor puede ceder en muchos tipos de cefalea ante drogas analgésicas no específicas como la Aspirina, la Acetanilida, los opiáceos y otras. En estos casos, la acción de tales medicamentos se ejerce en los centros de percepción del dolor radicados en el encéfalo, probablemente en el tálamo óptico. Cuando estas estructuras son deprimidas por las diversas drogas analgésicas, aumentan el umbral del dolor. Una dosis adecuada de aspirina, por ejemplo, lo eleva en 35 por ciento. Los opiáceos son aún más efectivos. El uso de la ergotamina en la jaqueca es otro ejemplo de medicación sintomática. No se trata de un analgésico general y, a pesar de las diversas teorías emitidas para explicar su efecto beneficioso en la hemicránea o jaqueca, se desconoce su mecanismo de acción. El dolor lancinante que produce la neuralgia del quinto nervio craneal (trigémino) cede por la inhalación de Tricloroetileno. Esta droga es un anestésico general y es posible que, inhalada en pequeñas cantidades, produzca un efecto analgésico general inespecífico.
Las medidas que alivian la cefalea dirigiendo el ataque no contra el síntoma, sino contra la causa, son muy numerosas y no pueden ser comentadas aquí en detalle. Es obvio, sin embargo, que cuando la causa es el cansancio o una enfermedad del ojo, debemos enfocar la atención sobre este órgano y no sobre el síntoma dolor; las infecciones de los senos y del oído medio, así como la mastoiditis, deben tratarse por medios médicos o quirúrgicos para que desaparezca la cefalea. El dolor de cabeza causado por la liberación de histamina en el cuerpo (cefalea histamínica) se trata con éxito actualmente bien por la administración de drogas antihistamínicas o bien con dosis progresivas de histamina que provocan la «desensibilización histamínica».
Los medicamentos para combatir las cefaleas son objeto de extrema publicidad y se ofrecen para la automedicación en forma de las más variadas drogas. El conveniente de semejante práctica no reside en que una droga determinada quite o no quite el dolor de cabeza, sino en que el alivio momentáneo impide a los enfermos consultar con médicos competentes en búsqueda del origen y remedio adecuado de la dolencia.
Cantidad de letras, vocales y consonantes de cefalalgia o cefalea
Palabra inversa: aelafec o aiglalafec Número de letras: 18 Posee un total de 10 vocales: e a a i a o e a e a Y un total de 8 consonantes: c f l l g c f l
¿Es aceptada "cefalalgia o cefalea" en el diccionario de la RAE?