La palabra celinda tiene dos acepciones principales.
En primer lugar, se refiere a una jeringuilla, un instrumento utilizado para inyectar líquidos.
En segundo lugar, en el ámbito de la botánica, designa un arbusto de la familia saxifragáceas, conocido por sus flores fragantes, que poseen numerosos estambres y entre cuatro y cinco pistilos.
Ambas definiciones reflejan la versatilidad y el uso de este término en diferentes contextos.