Las células germinales son fundamentales para la perpetuación de la especie, ya que están especializadas en la reproducción.
A diferencia de las células somáticas, que forman la mayoría de los tejidos y órganos del cuerpo, las células germinales se encuentran en los órganos reproductores.
Estas células se desarrollan a partir de una célula germinal preexistente y aparecen en las primeras fases embrionarias, desempeñando un papel crucial en la formación de nuevos seres.
Células cuya función consiste en la perpetuación de la especie. Por su naturaleza, las células que constituyen el cuerpo de un metazoo pueden dividirse en somáticas y germinales. Las primeras forman la mayoría de los tejidos y órganos del cuerpo, como músculos, huesos, nervios, etc. Las segundas se encuentran sólo en los órganos reproductores y están especializadas para la reproducción. Unas y otras proceden de una célula germinal preexistente y se forman simultáneamente durante el desarrollo del nuevo ser. Es de notar, sin embargo, que, mientras las somáticas continúan diferenciándose en tejidos y órganos, las germinales permanecen durante algún tiempo en un estado de relativo subdesarrollo, en que reciben el nombre de células germinales primordiales. En los vertebrados e invertebrados estas células aparecen ya en las primeras fases embrionarias antes de la verdadera formación de los órganos reproductores. En los vertebrados se alojan entre las células que recubren el tracto digestivo y emigran luego al revestimiento dorso epitelial del celoma, donde se supone que se multiplican para formar las células germinales funcionales de los órganos reproductores o gónadas. Muchos investigadores creen, no obstante, que las células germinales primordiales degeneran y que las definitivas o funcionales provienen en realidad del epitelio. Como quiera que sea, estas últimas experimentan una ulterior transformación para convertirse finalmente en gametos maduros.
Óvulo y espermatozoide.
Dos son las clases de gametos: el femenino u óvulo y el masculino o espermatozoide. El óvulo consiste en una célula inmóvil relativamente grande y provista de abundante vitelo o sustancia nutritiva. El espermatozoide mucho más pequeño, contiene poca sustancia nutritiva y es móvil. De la conjunción de ambos gametos resulta un nuevo individuo u óvulo fecundado, el huevo o cigoto. Véase Embriología; Fecundación; Reproducción animal.
En tamaño los óvulos de los vertebrados varían desde unos pocos milímetros a casi nueve centímetros. Son por lo común esféricos u ovalados y contienen los habituales elementos celulares, es decir, un citoplasma con sus centrosomas, mitocondrios, corpúsculos de Golgi, etc., un núcleo con cromosomas y una membrana celular (v. Célula). El vitelo, muy abundante, se halla distribuido de diversos modos según las especies, brindando con ello un medio de clasificación ovular (v. Embriología, Tipos de Segmentación). Finalmente, el óvulo contiene gránulos pigmentarios, que en algunas especies están distribuidos uniformemente por todo el óvulo y en otras localizados en determinadas regiones. El huevo, que se considera dividido en dos regiones, llamadas polo animal y polo vegetal o vegetativo, se encuentra rodeado por varias membranas. Véase Membranas Embrionarias.
Por su parte, los espermatozoides varían también considerablemente de tamaño y forma según las especies. En general, sin embargo, oscilan en longitud entre algunas milésimas y algunas centésimas de milímetro. Contienen relativamente poco citoplasma y constan de una cabeza y una cota, dividida ésta en tres secciones:
intermediaria, vaina y filamento terminal. La cabeza aloja el núcleo y el acrosoma (cuerpo apical o capuchón cefálico), estructura nacida de los corpúsculos de Gol-gi, que, según se cree, produce cierta secreción empleada en la fecundación. La sección intermediaria de la cola contiene dos centrosomas. Del próxima! surge el filamento axial, rodeado de mitocondrios (diminutos corpúsculos granulares o esferoidales). Este filamento se extiende por el resto de la cola, es decir, por la vaina y el filamento terminal. Salvo este último, todas las partes del espermatozoide aparecen revestidas por una membrana plasmática.
• Gametogénesis: Las células germinales funcionales reciben los nombres de espermatogonios las masculinas y ovogonios las femeninas. Ambas experimentan ciertas transformaciones conducentes al desarrollo o maduración de los gametos. Este proceso evolutivo se denomina en su conjunto gametogénesis; la maduración de los... Para seguir leyendo ver: Gametogénesis
• Espermatogénesis: Durante algún tiempo los espermatogonios contenidos en los testículos u órganos reproductores masculinos se dividen mitóticamente (v. Mitosis). Al acercarse la maduración, sin embargo, se detiene la división y empieza un periodo de crecimiento, acabado el cual los espermatogonios se conocen por espe... Para seguir leyendo ver: Espermatogénesis
• Ovogénesis: Parecido proceso sigue la maduración del gameto femenino u óvulo. Los ovogonios contenidos en los órganos reproductores femeninos u ovarios se multiplican mitóticamente, se desarrollan y convierten en ovocitos de primer orden o primarios. Se forman luego las tétradas como en el espermatocito de prim... Para seguir leyendo ver: Ovogénesis