• « Este hábito de marcar la diferencia entre las letras B y V proviene de antiguas maestras de grados inferiores de nuestro país, que utilizaban ese recurso para enseñar a sus alumnos, y así evitaban la comisión de mayor cantidad de errores; un recurso que actualmente subsiste y que no es censurable en el primer nivel de la educación primaria, pero que debería desterrarse en otros grados. »