El centauro es una fascinante criatura de la mitología griega, descrita como un ser con el tronco y la cabeza de un hombre y las extremidades inferiores de un caballo.
Originarios de Tesalia, los centauros son conocidos por su naturaleza salvaje y su comportamiento violento, simbolizando la barbarie en contraste con la cultura.
Su historia incluye leyendas sobre su linaje divino y su participación en eventos trágicos, como la famosa batalla en la boda de Piritoo.
Definición de centauro, mitología (mitología griega)
Según la mitología griega, extraña y salvaje criatura, descrita por primera vez por Píndaro y Homero, quienes decían que los centauros vivían en las cuevas de Tesalia. Algún tiempo más tarde se les atribuyó tronco y cabeza de hombre y extremidades inferiores de caballo (v. Homero; Píndaro). Una leyenda los hace hijos de Zeus y Afrodita; según otra, son descendientes de Ixión y Nefele, transformada en nube por Zeus y confundida por aquél con Hera. Tenían fama de vigorosos, violentos y descomedidos y por ello figuran como símbolo de la barbarie en las antiguas leyendas que nos narran el triunfo de la cultura. Así, por ejemplo, cuando Piritoo, rey de los lapi-tas tesalienses e hijo «humano» de Ixión, invitó a sus hermanastros a su banquete de bodas, los centauros se emborracharon hasta tal punto que intentaron raptar a Hipodamia, esposa de su anfitrión, pero, perseguidos por Piritoo, Teseo y los lapitas, resultaron casi exterminados en la sangrienta batalla que se entabló, representación del triunfo del espíritu del hombre sobre su parte animal.
Los centauros figuraban en el cortejo de Dionisos y por tanto sus costumbres no tenían nada de edificates. Aunque fueron minoría, no faltan los centauros inteligentes, valerosos y amables. Quirón, amigo de Peleo y de Hércules, fue maestro de Aquiles, Esculapio y Jasón. Folo, hijo de Sileno y de Melia, una de las ninfas de los fresnos, acompañó a Hércules en Arcadia. Hércules, que derrotó a los centauros repetidas veces, perecería a causa de la túnica envenenada con la sangre del centauro Neso, quien así vengó su muerte. Véase Aquiles; Esculapio; Dionisos; Hércules.
Las más antiguas representaciones artísticas de los centauros son esculturas babilónicas y griegas que datan de los siglos xi y viii a. de J.C., respectivamente. Les representan con cuerpos y piernas humanos, combinados con los cuartos posteriores de un caballo. En el siglo vi a. de J.C. se les representaba con las cuatro patas de un caballo. En tiempos más modernos los indígenas sudamericanos confundieron a los jinetes españoles con criaturas mitad hombre y mitad caballo, lo que sugiere un probable origen para el mito de los centauros, ya que los tesalienses se distinguieron como excelentes jinetes.