La central de vapor es la modalidad más importante de central termoeléctrica. El calor generado por la combustión de la fuente energética (carbón, petróleo o gas natural) o la fisión nuclear (en una central nuclear), vaporiza el agua alojada en una caldera. Este vapor se utiliza para impulsar una turbina que a su vez acciona al generador encargado de transformar la energía mecánica en eléctrica (v. Turbina de vapor). Tras impulsar la turbina, el vapor, condensado de nuevo, vuelve a la caldera para repetir el ciclo. Existen, sin embargo, algunas centrales que venden el vapor ya utilizado para fines industriales o de calefacción.
Antes de la adopción de la turbina, a finales del siglo xix, las mayores unidades generadoras de vapor, accionadas por máquinas alternativas, tenían capacidad para unos 3500 kW. Aunque el crecimiento de las ciudades y centros industriales creaba una demanda para unidades de mayor tamaño, las dimensiones, peso y costo de las máquinas alternativas limitaron su desarrollo. Pero pronto se descubrieron las posibilidades que encerraba la turbina de vapor, creada en Inglaterra, y apenas iniciado el siglo xx se instalaron las primeras de tales unidades; su difusión fue tan inmediata que hoy día se utilizan casi en exclusiva en la generación de potencia por medio de vapor.
El empleo de la turbina de vapor en la generación de electricidad ha dado origen a progresos espectaculares. La estación de la calle Pearl, de Edison, precisaba más de 4 kg de carbón para producir 1 kWh de electricidad. En 1902, cuando comenzaron a aplicarse las turbinas, el promedio era de casi 3 k. En 1917, la cifra se había reducido a 1,5 kg y en 1955 no alcanzaba a 500 g. En 1956 estaba en construcción una central a la que se le calculaba un consumo de menos de 300 g de carbón por cada 1 kWh producido. Los progresos realizados en la generación por medio de turbinas de vapor son el resultado de múltiples perfeccionamientos técnicos que han permitido construir unidades de mayor tamaño y rendimiento.
Estas mejoras en el rendimiento de la generación a vapor se han hecho sentir en las economías nacionales. Han ayudado a reducir el coste unitario de la electricidad para el consumidor y a establecer industrias que precisan grandes cantidades de energía, como la de fundición de metales, en regiones a las que alcanza el suministro de electricidad. Pero acaso su principal contribución sea la posibilidad de economizar las reservas de carbón y petróleo.
Cantidad de letras, vocales y consonantes de central eléctrica de vapor
Palabra inversa: ropav ed acirtcéle lartnec Número de letras: 23 Posee un total de 9 vocales: e a e é i a e a o Y un total de 14 consonantes: c n t r l l c t r c d v p r
¿Es aceptada "central eléctrica de vapor" en el diccionario de la RAE?