Ceres era una importante diosa en la antigua religión romana, asociada con la agricultura, los cultivos de cereales, la fertilidad y las relaciones maternas.
Originalmente formaba parte de la tríada plebeya o aventina de Roma y más tarde se unió a su hija Proserpina en los "ritos griegos de Ceres".
Era honrada en festivales como el Cerealia y la lustratio de mayo, así como en eventos como matrimonios y ritos funerarios.
Ceres es la única deidad agrícola romana incluida en los Dii Consentes, equiparables a los Doce Olímpicos de la mitología griega.
En la antigua religión romana, Ceres era una diosa de la agricultura, de los cultivos de cereales, de la fertilidad y de las relaciones maternas; en un principio era la deidad central de la llamada tríada plebeya o aventina de Roma, y luego fue emparejada con su hija Proserpina en lo que los romanos describieron como "los ritos griegos de Ceres".
Su festival de Cerealia, de siete días de duración, incluyó los populares Ludi Ceriales (juegos de Ceres). También fue honrada en la lustratio de mayo de los campos en el festival de Ambarvalia, en la época de la cosecha, y durante los matrimonios romanos y los ritos funerarios.
Ceres es la única de las muchas deidades agrícolas de Roma que figura en la lista de los Dii Consentes, el equivalente de Roma a los Doce Olímpicos de la mitología griega.
Los romanos la vieron como la contraparte de la diosa griega Deméter, cuya mitología fue reinterpretada por Ceres en el arte y la literatura romana.
Estatua funeraria de una mujer desconocida, representada como Ceres sosteniendo trigo. Mediados del siglo III d.C. (museo del Louvre)
Etimología u origen de la palabra Ceres: del latín Cerēs, el nombre de Ceres deriva de la raíz protoindoeuropea reconstruida *ḱerh₃-, que significa "saciar, alimentar", que es también la raíz del latín crescere "crecer". A lo largo de la época romana, el nombre de Ceres era sinónimo de grano y, por extensión, de pan.