El término cerracatín o cerracatina se utiliza para describir a una persona que es tacaña o miserable.
Este adjetivo refleja una actitud de avaricia y falta de generosidad, donde el individuo muestra reticencia a compartir o gastar recursos, ya sean materiales o emocionales.
La palabra evoca una imagen negativa, asociada a la escasez de desprendimiento y a un enfoque egoísta en las relaciones y en la vida cotidiana.