La palabra cerrada tiene diversas acepciones, pero en este contexto se refiere a una parte específica de la piel de un animal.
Esta zona, que se localiza en el cerro o lomo, es importante tanto en la industria de la piel como en la ganadería.
La cerrada es valorada por su calidad y características, lo que la convierte en un elemento significativo en la producción de productos derivados de animales.