La cerrilidad es un término que se refiere a la calidad de ser cerril, es decir, a la naturaleza de algo que es salvaje o indómito.
Este concepto se asocia a menudo con animales que no han sido domesticados y que mantienen su instinto natural.
La cerrilidad puede aplicarse también a comportamientos o actitudes que reflejan una resistencia a la domesticación o a la adaptación a entornos controlados.