La cerusa es un término que se refiere al carbonato de plomo, conocido también como albayalde, que se utilizaba como pigmento en la pintura.
Este compuesto, de color blanco, fue muy apreciado desde la antigüedad hasta el siglo XIX por su capacidad para proporcionar un blanco de calidad en la pintura al óleo.
Sin embargo, su uso ha caído en desuso debido a su toxicidad por el contenido de plomo.
Químicamente, la cerusa es una sal insoluble en agua, resultado de la combinación del ácido carbónico con el óxido de plomo.
f. Quím. Carbonato de plomo, blanco, también llamado albayalde, que se usaba como pintura. Actualmente en desuso por su contenido tóxico de plomo.
Era muy utilizado en la antigüedad (la primera mención conocida la hace Teofrasto, 372–287 a. C., alumno de Aristóteles) hasta principios del siglo XIX; en esas épocas era la única forma de conseguir un blanco de calidad para ser empleado en la pintura al óleo. Ingleses y holandeses eran los principales fabricantes.
Desde el punto de vista químico, la cerusa es una sal, insoluble en agua, que resulta de la combinación del ácido carbónico con el oxide de plomo.
La cerusa saponifica fácilmente las grasas, al mismo tiempo que esta pierde su ácido carbónico, por lo que también se utilizó para tratar heridas ulceradas y escoriaciones.