La palabra chambre tiene su origen en el dialecto de Málaga, donde se utiliza para referirse a un pillastre, es decir, a una persona astuta o traviesa.
En un contexto más coloquial, también puede aludir a un pillo, que es alguien que actúa con picardía o engaño.
Esta acepción refleja la riqueza del lenguaje local y su capacidad para describir características humanas de manera ingeniosa y divertida.