Tribu de indios norteamericanos de la familia algonquina, que vivió antiguamente, en Minnesota. Obligados por los colonizadores blancos procedentes del E, se trasladaron a las Grandes Llanuras, donde guerrearon contra las tribus siouan. En tiempo de la expedición de Lewis y Clark ocupaban las Black Hills (Colinas Negras) de Dakota del Sur, pero más tarde se establecieron en el nacimiento del río Platte.
Al construirse el Fuerte Bent en 1832, un numeroso grupo afincó de forma permanente a orillas del río Arkansas, con lo que los dos grupos quedaron definitivamente separados.
Las fuerzas del coronel J. M. Chivington realizaron una espantosa matanza entre los cheyennes del S, mandados por Black Kettle, en Sand Creek (Colorado, 1864).
Los cheyennes eran un pueblo nómada que dependía principalmente de la caza de bisontes para su subsistencia. Eran conocidos por su destreza en la guerra y su habilidad para el comercio con otras tribus. Su estilo de vida estaba estrechamente relacionado con la naturaleza y tenían una profunda conexión espiritual con la tierra y los animales.
Antes del contacto con los colonizadores blancos, los cheyennes tenían una vasta extensión de tierras en las Grandes Llanuras de América del Norte. Sin embargo, a medida que avanzaba la expansión de los Estados Unidos hacia el oeste, su territorio fue invadido y se vieron obligados a luchar por su supervivencia.
La masacre de Sand Creek en 1864 fue uno de los eventos más trágicos en la historia de los cheyennes. Black Kettle, un líder cheyenne reconocido por su postura pacífica, había buscado la paz con los colonos blancos, pero fue atacado por el ejército de los Estados Unidos sin previo aviso mientras su pueblo se encontraba en un campamento de invierno. Cientos de hombres, mujeres y niños cheyennes fueron masacrados en el ataque.
A pesar de los intentos de los cheyennes por defender su tierra y su estilo de vida tradicional, finalmente tuvieron que someterse al avance de la colonización y fueron confinados en reservas. Con el tiempo, la tribu se dividió en diferentes grupos y muchas tradiciones cheyennes se perdieron debido a la influencia de la cultura dominante.
Hoy en día, los cheyennes luchan por mantener su identidad cultural y preservar sus tradiciones. A través de organizaciones tribales, esfuerzos de educación y promoción de la cultura, los cheyennes continúan manteniendo viva su herencia y transmitiendo su legado a las generaciones futuras.