La palabra chicana se refiere a un galicismo que designa un tipo de ardid o triquiñuela utilizada para engañar o eludir una situación.
En el contexto de América Latina, este término se asocia con estrategias astutas o maniobras que buscan obtener una ventaja, a menudo de manera ingeniosa o poco ética.
Su uso refleja la riqueza del lenguaje y las dinámicas sociales en la región.