Chimú es un término que se refiere a los individuos pertenecientes a una antigua civilización indígena de América que habitaba en la costa norte del Perú.
Esta cultura surgió luego del declive del Imperio huari entre los siglos X y XII.
En su apogeo, los chimúes ocuparon una extensa franja costera de aproximadamente 800 km, desde Tumbes hasta el valle de Huarmey.
Se destacaron por sus impresionantes construcciones urbanas.
adj. / m. y f. Chimú (chimor) es un individuo de un antiguo pueblo indio de América en el litoral norte del Perú. La cultura chimú se desarrolló tras el decaimiento del Imperio huari entre los años 1000 y 1200.
En su máximo esplendor llegaron a ocupar una extensa franja costanera al norte de Perú de unos 800 km de longitud, desde Tumbes hasta el valle de Huarmey.
Los chimúes se destacaron en el plano urbanístico gracias a sus formidables construcciones.
La ciudad precolombina de adobe Chanchán (Chan Chan), es la mayor ciudad en ruinas del hemisferio meridional, capital de los yuncas o chimúes, en un tiempo rivales de los incas.
También por la alta calidad de sus trabajos en metal, especialmente en plata y oro.
Las técnicas y los artesanos del metal de Chimú fueron incorporados en el imperio de Inca hacia 1470, cuando fueron conquistados por los ejércitos de Tupac Inka Yupanqui.
♦ Gentilicio: chimúes.
Recipiente de asa de estribo, cultura de Chimú, Perú, finales del siglo XV y principios del XVI, cerámica negra, Museo de Arte de Honolulu.
Copa de plata en forma de rostro humano, con nariz prominente, ojos y orejas, de la cultura Chimú de la costa norte del Perú (1100-1470)
Siglo XI-XV, cultura chimú. Museo Metropolitano de Nueva York. Licencia
La sociedad chimú se caracterizaba por su organización altamente estratificada, con una clara división de clases que incluía a la nobleza, los religiosos, los artesanos especializados y los agricultores.
La economía de Chimú estaba basada en la agricultura, la pesca y el comercio, siendo innovadores en sistemas de irrigación que les permitieron cultivar en el árido desierto costero. Desarrollaron extensas redes de canales para irrigar sus campos, lo que les permitió sostener una población numerosa y desarrollar una sociedad compleja.
En el ámbito religioso, los chimúes adoraban a la Luna, a la que consideraban más poderosa que el Sol, contrariamente a muchas otras culturas andinas que rendían culto principalmente al Sol.
Esta veneración se reflejaba en su arte y arquitectura, con templos y palacios decorados con iconografía lunar. Los sacrificios humanos y animales eran prácticas comunes en sus ceremonias religiosas, especialmente en contextos de fundación de edificios o durante períodos de crisis.
La cerámica chimú es otro testimonio de su avanzada cultura. Además de los recipientes de asa de estribo, produjeron una amplia variedad de objetos cerámicos utilitarios y ceremoniales, destacándose por la calidad del acabado y la complejidad de sus diseños.
La metalurgia chimú también es notable por su sofisticación técnica y estética, creando objetos no solo para uso ceremonial y ornamental sino también para fines prácticos.
Con la conquista incaica hacia finales del siglo XV, muchos aspectos de la cultura chimú fueron absorbidos por el Imperio Incaico. Sin embargo, los incas respetaron y adoptaron muchas de sus técnicas agrícolas, arquitectónicas y artísticas.
La influencia chimú perduró en el tiempo, dejando un legado significativo en las tradiciones culturales andinas que continuaron incluso después de la llegada de los españoles.
La investigación arqueológica en sitios como Chan Chan continúa revelando detalles sobre la vida cotidiana, las prácticas religiosas y las habilidades artísticas de este fascinante pueblo.
A través de estos estudios, se espera comprender mejor no solo la historia de los chimúes sino también su impacto en la cultura andina precolombina y su legado hasta nuestros días.
• « Como fueron conquistados tarde por los Incas, todavía había gente viva que podía contar a los españoles sobre la vida tal como había existido originalmente en la sociedad chimú. »