La palabra chinar tiene dos acepciones que reflejan su uso en contextos distintos.
En su primera acepción, se refiere a un significado anticuado y poco común hoy en día, que es rechinar.
En la segunda, se utiliza en el ámbito de la construcción, donde significa embutir con chinas los revoques de manipostería, lo que implica una técnica específica en el acabado de superficies.