Nombre vulgar que se aplica a ciertos insectos Hemípteros de la familia de los cimícidos. La mayor parte de ellos son pequeños, hematófagos, que se alimentan a expensas de vertebrados de sangre caliente. Hay tres especies principales que atacan al hombre. Suelen ocultarse en las camas o cerca de ellas y se alimentan mientras las personas duermen.
Una de ellas (Cimex lectularius) vive en las regiones templadas; otra ( C. hemipterus), es tropical y subtropical; la tercera (C. boueti)i se halla en Sudamérica y en Sudáfrica.
La chinche común (C. lectularius) es pequeña, aplanada, coriácea, oval, apestosa y rojiza, cubierta de pelos microscópicos.
Su cabeza es corta y ancha, tiene un pico articulado y sus alas están representadas por pequeñas escamas. Antes de comer, su cuerpo es muy delgado; cuando está llena de sangre es gruesa, mayor y de color rojo brillante. A causa de la distensión que experimenta su abdomen, quedan al descubierto las áreas intersegmentarias y el animal parece estriado. Su olor característico procede de un líquido oleaginoso segregado por un par de glándulas odoríferas que se abren en la cara inferior del tórax. La chinche prefiere la sangre humana, pero es con frecuencia una plaga para los animales de laboratorio. Se alimenta durante lá noche y, a diferencia de los piojos, no permanece sobre el huésped más que el tiempo preciso para llenarse de sangre. Luego vuelve a su escondrijo en las rendijas, orificios, papeles de las paredes y otros lugares semejantes. Su picadura es con frecuencia dolorosa y algunas personas son muy sensibles a la saliva que el animal inyecta mediante su pico articulado antes de chupar la sangre con objeto de evitar la coagulación de ésta. Inmediatamente después de saciarse, la chinche elimina cierta cantidad de líquido negro por vía rectal. Este fluido produce las manchas características sobre las maderas, papeles de las paredes y ropas de cama, típicas de los lugares infestados por estos insectos.
El ciclo biológico de las chinches es muy variable. En condiciones favorables las hembras ponen varios centenares de huevos a razón de 3 o 4 diarios. El huevo contiene un embrión que aviva en 6 o 7 días; 1 o 2 h después de haber salido del huevo el nuevo ser, translúcido, casi incoloro, empieza a alimentarse. Se desprende de su piel después de varias succiones de sangre y repite las mudas cuatro veces más durante su desarrollo; de la última muda resulta el insecto adulto. El desarrollo total requiere de seis a ocho semanas, pero puede ser considerablemente abreviado o dilatado según el alimento y la temperatura. Las hembras adultas tienen una vida media de 118 días. No obstante, las chinches pueden ser muy resistentes y en condiciones experimentales se ha registrado un caso de supervivencia durante 550 días en ayunas. Parece que pueden resistir todo un invierno en una casa sin calefacción. En ningún caso pueden soportar temperaturas de 40 °C durante más de una hora. Se reproducen entre 24 y 48 h después de haber alcanzado el estado adulto. La fecundación es muy curiosa. El esperma se deposita en un órgano especial, llamado de Berlese, en la cavidad del cuerpo de la hembra. El líquido seminal atraviesa las paredes del mencionado órgano, pasa a la sangre en la cavidad del cuerpo y desde allí se encamina al aparato reproductor femenino: luego asciende por los oviductos hasta fecundar los óvulos.
Como agentes de dispersión las chinches utilizan el contacto de los vestidos en los vehículos públicos y lugares de reunión, así como los muebles y las ropas de cama. Pueden invadir los hogares más limpios. Antiguamente era muy difícil eliminarlas sin recurrir a medidas drásticas como fumigaciones con gases venenosos (v. Arsénico). Véase Fumigación; Insecticidas.
Las chinches son transmisoras de ciertas enfermedades, como la fiebre recurrente y la peste. Se ha demostrado experimentalmente que son capaces de transmitir algunas de estas enfermedades, pero no lo, está que su papel sea normalmente más que incidental.
Otros cimícidos son principalmente parásitos de las golondrinas y vencejos, como el Oeciacus hirundinis y el O. vicarius; de los murciélagos, como el C. pipestrelli y el C. pilosellus. El C. collumbarius y el Haematosiphon inodorus son plagas de las gallináceas. Muchas de ellas son semejantes en tamaño, aspecto y costumbres a la chinche de las camas. No obstante, el Primicimex cavernus, conocido en Texas y en Guatemala, mide 18 mm de largo, parece una chinche de bosque, tiene las patas largas y marcha más bien con rapidez por las paredes de las cuevas en las que se alojan los murciélagos, sus huéspedes.
En los trópicos se llaman también chinches los grandes hemípteros de la familia de los redúvidos. Éstos, como los cimícidos, se ocultan en lugares oscuros durante el día y atacan a sus víctimas durante la noche para chuparles la sangre. A pesar de que su picadura es dolorosa en otras circunstancias, son capaces de picar y chupar la sangre sin despertar a una persona durmiente. Algunas especies tropicales del Nuevo Mundo, como Triatoma megista, transmiten el Trypanosoma cruzi, agente de la enfermedad de Chagas o enfermedad del sueño sudamericana.