La palabra chislama proviene del caló, una lengua de los gitanos en España, y se utiliza para referirse a una muchacha.
Este término refleja la rica cultura y el lenguaje de las comunidades gitanas, donde las palabras no solo tienen un significado literal, sino que también llevan consigo un trasfondo cultural y social.
Así, chislama se convierte en un símbolo de identidad y pertenencia dentro de este contexto.