La palabra cicatricera se refiere a una mujer que desempeñaba un papel fundamental en los antiguos ejércitos, dedicándose a curar a los heridos en el campo de batalla.
Estas valientes mujeres no solo ofrecían atención médica, sino que también brindaban consuelo y apoyo emocional a los soldados.
Su labor era esencial para la recuperación de los combatientes, convirtiéndose en un símbolo de esperanza y resiliencia en tiempos de guerra.