El ciclamato sódico es un edulcorante en forma de polvo cristalino y blanco, que es aproximadamente 30 veces más dulce que el azúcar.
Se disuelve fácilmente en agua y es estable en soluciones calientes.
Aunque no es tóxico, su consumo excesivo puede causar efectos laxantes.
Es especialmente útil para personas que necesitan limitar su ingesta de hidratos de carbono, como los diabéticos, pero se debe tener cuidado con su contenido de sodio en casos de problemas renales.
Polvo cristalino, blanco, con un poder edulcorante unas 30 veces mayor que el azúcar, del que se usa como sustitutivo. Es fácilmente soluble en agua y estable en soluciones calientes. Aunque no es tóxico, puede tener un efecto laxante si se usa en cantidad excesiva. Su empleo está indicado en aquellas personas que deben restringir su ración de hidratos de carbono, como los diabéticos, pero hay que tomar en consideración su contenido en sodio cuando también está limitada la dosis diaria de estas sales, como en las personas que padecen graves lesiones de riñón. En tales circunstancias puede usarse la sal cálcica, ciclamato cálcico. Esta se elimina lenta pero íntegramente del cuerpo y no parece que interfiera los procesos digestivos normales. Ambas formas carecen de poder nutritivo.