Gas incoloro que se usa como anestésico general por inhalación (v. Anestesia). Es tan poderoso que produce analgesia (v. Analgésicos) aun administrado en dosis muy pequeñas. Como anestésico es preferido en muchas ocasiones por el amplio margen de seguridad que brinda entre las dosis anestésicas y las mortales. El oxígeno empleado como disolvente en la anestesia ciclopropánica se acumula en los tejidos en cantidad adecuada para prevenir la asfixia (v. Asfixia) . El ciclopropano es absorbido con rapidez y produce la necesaria relajación muscular sin deprimir la acción del corazón ni la circulación. El paciente se recobra de la anestesia rápida y suavemente, con un mínimo de trastornos a posteriori. El gas, un isómero del propano, C3H6, es inflamable, por lo que, mezclado con aire u oxígeno, explota al entrar en contacto con una llama o chispa, lo cual hace peligroso su empleo.