El término cipó, de origen guaraní, se refiere a un grupo de plantas caracterizadas por sus hojas finas y flexibles.
Estas plantas son ampliamente utilizadas en América Latina para atar y sujetar diversos objetos.
Su versatilidad y resistencia las convierten en una herramienta valiosa en la vida cotidiana, destacando la conexión entre la naturaleza y las prácticas culturales de la región.