La citricultura se refiere al cultivo de plantas de la familia de las rutáceas, especialmente aquellas que producen cítricos como el limón, la naranja y el cidro.
Este tipo de agricultura es fundamental en muchas regiones del mundo, ya que no solo proporciona frutas ricas en vitaminas y nutrientes, sino que también impulsa la economía local y fomenta prácticas sostenibles en el manejo de cultivos.