La Ciudad de Dios es una obra fundamental de San Agustín, escrita entre 413 y 426, tras el saqueo de Roma por los visigodos.
En sus 22 libros, el autor refuta la idea de que la prosperidad del Imperio dependía del culto a dioses paganos, argumentando que las calamidades no son inevitables.
A través de su análisis, presenta la Ciudad de Dios como una comunidad espiritual que trasciende lo terrenal, integrada por Dios, los ángeles y las almas.
Definición de Ciudad de Dios (obra capital de San Agustín)
Obra capital de San Agustín (v. Agustín, San), escrita después del saqueo de Roma por los visigodos. El hecho de que invirtiera en ella trece años (413-26) explica su contenido desigual y difuso. La obra se compone de 22 libros diferentes. Los cinco primeros refutan la tesis según la cual la prosperidad temporal dependía del culto a los dioses paganos, con cuya supresión se habían desatado todos los males que afligían al Imperio (la caída de Roma había sido atribuida popularmente al abandono de los viejos dioses de la ciudad). Los cinco libros siguientes niegan la superstición de que las calamidades fueran inevitables y de que solamente el culto a los dioses podía atajarlas eficazmente. Los 12 libros restantes contraponen a la sociedad mundana, sus orígenes, desarrollo y fines, la Ciudad de Dios, que se define como coextensiva con el universo e integrada por Dios, los ángeles y todas las almas. Considerada por muchos la primera exposición de una filosofía de la historia, la Ciudad de Dios constituye, en sentido amplio, una tentativa por parte de San Agustín —pagano gran parte de su vida en un mundo pagano— de, contemplar el mundo y la sociedad bajo un aspecto nuevo a la luz de su recién descubierto cristianismo.