La clasificación de los crustáceos es un proceso que refleja la increíble diversidad de estos organismos acuáticos.
Aunque puede parecer complicada, se organiza en seis subclases y alrededor de 30 órdenes, lo que permite entender mejor sus características y relaciones.
Entre los grupos destacados se encuentran los cefalocáridos, que representan una parte importante de esta fascinante clasificación.
clasificación de los crustáceos
La clasificación de los crustáceos es muy compleja debido a la diversidad de los mismos. Omitiendo los grupos intermedios, la clase se puede dividir en seis subclases y unos 30 órdenes.
Cefalocáridos
Esta subclase fue propuesta en 1954 para un pequeño crustáceo (Hutchinsoniella) encontrado en el fondo del estuario de Long Island. Es probable que sea el miembro más primitivo de la clase.
Branquiópodos
En esta subclase se incluyen crustáceos de cuerpo alargado y provistos de numerosos apéndices natatorios, como el Apus cancriformis, bastante común en las aguas estancadas y en los lagos de agua dulce, abundantísimo en primavera y verano, que alcanza unos 2 cm de longitud. La Artemia salina vive en aguas de elevada concentración salina, como el Gran Lago Salado. Al grupo pertenecen las llamadas «pulgas de agua», cuyo ejemplo representativo es la Daphnia pulex. El ciclo vital de las formas de Daphnia ha sido estudiado detenidamente. Se trata de especies partenogenéticas, es decir, que se reproducen sin fecundación. Los individuos jóvenes crecen y originan, también partenogenéticamente, hembras parecidas a la madre. El proceso se repite durante varias generaciones. Cuando las circunstancias del ambiente son hostiles para la vida de Daphnia, se producen machos y hembras y los primeros fecundan a las segundas, las cuales ponen unos huevecillos envueltos por una membrana de paredes espesas que soportan cualquier variación de temperatura o del tenor hídrico del medio; estos huevos originan hembras partenogenéticas cuando se restablecen las condiciones favorables del medio.
Ostrácodos
Los crustáceos de esta subclase son de exiguas dimensiones y su cuerpo está cubierto por dos valvas que lo encierran en un caparazón. Los ostrácodos viven en las aguas saladas o dulces y a profundidades de veril variable. La mayoría se reproducen sexualmente, pero algunos géneros parecen ser partenogenéticos. Sus huevos, como otros muchos de los crustáceos primitivos, pueden soportar grandes variaciones térmicas y de deshidratación durante prolongados espacios de tiempo. Los ostrácodos fósiles han sido objeto de minuciosos estudios porque constituyen una clave para determinar la cronología de las formaciones geológicas.
Copépodos
Los copépodos son también crustáceos de pequeño tamaño. Algunas especies llevan vida libre y son nadadoras; otras, por ser parásitas, modifican profundamente su estructura. Este grupo está formado por organismos tanto de agua dulce como de agua marina, muchos de los cuales son de vida parasitaria y se mantienen sobre la piel o en las branquias o fraguan galerías en los músculos de los peces. Son conocidas las formas libres Cyclops, de agua dulce, y Calanus, de las aguas marinas. Muchas de las especies marinas son tan abundantes que llegan a prestar al mar diversas coloraciones, a la par que poseen decisivo valor económico por constituir gran parte del pasto de seres como el arenque, caballa y ballena de Groenlandia. Las formas de degeneración parasitaria extrema están reducidas a un organismo insegmentado con la cabeza y parte del cuerpo embutidas en los músculos de un pez marino; el macho de estos parásitos es un ser de exiguas dimensiones que vive adherido al cuerpo de la hembra.
Entre las formas libres marinas se encuentra el copépodo perteneciente al género Temara, Temora longicornis, alimento del arenque. Son de agua dulce Cyclops coronatus y Diptomus vulgaris, que habitan las aguas de los pozos y estanques. Entre las formas parásitas figuran Condracanthus gibbosus, que vive en las branquias del rape o pejesapo, y Caligus rapax, que vive sobre los lenguados, merluzas y otros peces marinos. Lernaea branchialis es parásito del bacalao, en cuyas branquias se aloja. Pendía filosa lo es del atún. Muchos de los crustáceos pertenecientes a las subclases vistas son planctónicos, es decir, formas de vida libre de locomoción activa o de traslado pasivo, incapaces de seguir un camino determinado (v. Plancton). Los seres planctónicos tienen una importancia considerable por ser el alimento base de la. mayoría de peces comestibles.
Cirrópodos
Los cirrópodos se conocen vulgarmente como «percebes». Son crustáceos marinos que, por poseer un manto que envuelve parte de su cuerpo y que está reforzado casi siempre por placas calcáreas, así como por su tipo de vida sedentario, fueron clasificados por los primeros zoólogos como moluscos (v. Percebes). En su fase adulta no recuerdan en nada a los crustáceos; pero, siguiendo su ciclo evolutivo, se advierte su relación con estos animales. Muchos son hermafroditas, es decir, coexisten simultáneamente en el mismo individuo los dos sexos. Nacen con la forma larvaria primitiva de nauplios. Estos nauplios crecen para pasar a una segunda forma larvaria denominada cipris, que recuerda a los ostrácodos adultos por poseer una cubierta bivalva. Guando alcanzan este punto en su metamorfosis, se fijan sobre cualquier cuerpo -roca, madero, etc.- y en su sedentarismo logran alcanzar su forma adulta. A este grupo pertenecen las anatifas, Lepas anatifera, y los auténticos percebes comestibles (Polliceps cornucopia), ambos con un pedúnculo más o menos desarrollado. En las bellotas de mar (Balanus tintinnabulus), no hay pedúnculo. Entre las formas parásitas encontramos la Sacculina, degradada por su parasitismo hasta el punto de quedar convertida en una vesícula que mediante numerosas ramificaciones succiona los líquidos orgánicos de los cangrejos de mar. Se aposenta entre el abdomen y el cefalotórax.
Malacostráceos
Los primeros cuatro grupos de malacostráceos, con caparazón bivalvo, incluyen formas de tránsito entre las órdenes de organización inferior y los verdaderos malacostráceos. Una de las especies más difundidas es Nebalia geoffroyi, conocida como lazo de unión entre los crustáceos inferiores y los superiores. Especies de este grupo son Caprella equilibra, de configuración corporal extraordinaria, que vive entre las colonias de ciertos celentéreos; el piojo de la ballena (Cyamus mysticeti) parásito sobre la piel de los cetáceos, a los que no causa ningún perjuicio, por lo que más bien se le puede considerar un inquilino; las llamadas pulgas de mar -Talirus saltator y Gammarus pulex-, la primera de las playas arenosas y la segunda de agua dulce; las cochinillas de humedad (Assellus, Oniscus, Armadillum y Porcelio), algunas de las cuales pueden arrollarse en bola y viven en tierra en lugares húmedos. Las formas marinas son a veces tan abundantes que pueden constituir un pasto excelente para los peces. Una forma que vive en el mar (Limnoria) es una amenaza para los cascos de los buques de madera a los que perfora labrando galerías que pueden arruinar a la embarcación.
El orden decápodos está formado por los crustáceos más conocidos: bogavante, langosta, langostino, gamba, etc. Todos poseen un caparazón, ojos pedunculados y cinco pares de patas. La mayoría son marinos y poseen gran importancia económica, como la langosta de mar (Palinurus); el cangrejo de río (Astacus); el langostino (Peneus caramote); el bogavante (Homarus gammarus); el maganto o cigala (Nephrops norvegicus); y la cigala de mar (Scylarus arctus).
Entre los llamados decápodos anomuros se encuentra el ermitaño, de abdomen blando, que el animal resguarda en la concha abandonada de un molusco gasterópodo. El cangrejo ladrón o de los cocoteros, de la región indomalasia, vive en tierra en galerías que él mismo excava y sube a los cocoteros para alimentarse de sus frutos; sólo vuelve al mar en la época de la puesta de los huevos. Un comensal de ciertos moluscos bivalvos es Pinnotheres pusum, inquilino del mejillón y de otros moluscos, en los que como comensal participa de su alimento (v. Comensalismo). Un cangrejo de Jamaica pasa toda su vida en las sumidades de los árboles y sus crías se desarrollan en el agua recogida por las hojas de ciertas plantas de la familia de las bromeliáceas. El cangrejo de tierra (Gecarcinus ruricola) vive casi todo el año en las llanuras pantanosas o en los bosques húmedos, que sólo abandona en la época del desove. Es común en las Antillas.
