El término clericó se refiere a una bebida típica de Argentina, que combina vino clarete, gaseosa, azúcar y trozos de fruta.
Esta refrescante mezcla es popular en reuniones y celebraciones, ofreciendo un sabor dulce y afrutado que la convierte en una opción ideal para compartir en climas cálidos.
Su preparación varía según las preferencias, pero siempre mantiene la esencia de ser una bebida festiva y alegre.