El clima de Colombia es un fenómeno complejo que resulta de su ubicación geográfica y su diversidad topográfica.
Situada entre la línea ecuatorial y los 13° de latitud, el país presenta un clima tropical, cálido y húmedo.
Sin embargo, la variación en su relieve, que incluye llanuras, valles, mesetas y montañas, genera una rica diversidad de climas.
La altitud influye en las temperaturas, creando zonas climáticas intercaladas que enriquecen el paisaje colombiano.
clima de Colombia
Es consecuencia de su situación y de su variedad topográfica. Situada entre la línea ecuatorial y los 13° de latitud, tiene Colombia un clima tropical, constantemente cálido y generalmente húmedo; pero la variedad de su relieve (llanuras costeras, valles andinos, mesetas y grandes elevaciones montañosas) unida a la disposición de las principales cordilleras y la orientación diferente de sus costas, establece gran diversidad de matices climáticos. La altitud marca diferencias termométricas, si bien la presencia de los valles andinos entre las grandes montañas hace que las zonas climáticas no se extiendan de modo uniforme, sino que se intercalen unas con otras.
Las llamadas «tierras calientes», situadas por debajo de los 1000 m de altitud, comprenden las llanuras costeras, las partes bajas de los valles andinos y las llanuras orientales de la Orinoquia y Amazonia colombianas. Dentro de una tónica general existen diferencias locales. Las zonas próximas al litoral del Caribe, expuestas a los vientos alisios, poseen una temperatura relativamente templada; en las costas del Pacífico la acción benéfica del mar determina una variación anual de sólo Io, con medias de 26 °C. En las depresiones internas, privadas de las brisas de los alisios, la temperatura muy elevada y la humedad constante crean un ambiente de invernadero. Las llanuras del E, por donde corren los tributarios del Orinoco y Amazonas tienen también una media anual muy elevada, superior a 30 °C.
Las «tierras templadas» se presentan, según la latitud y las condiciones locales, a altitudes entre los 600 y 1000 m y llegan hasta los 2000 a 2500 m. La temperatura desciende bastante y las variaciones de invierno a verano se acusan más sensiblemente. Medellin, a 1509 m de altitud, tiene una media anual de 21 °C pero un clima muy uniforme, pues la diferencia entre el mes más cálido y el más frío apenas si pasa de grado y medio; las máximas y mínimas absolutas quedan por los 29 y 13 °C respectivamente.
Las «tierras frías» dan comienzo a altitudes comprendidas entre los 2000 y 2500 m y gozan de una temperatura fresca y saludable, siempre dentro de una gran constancia; en Bogotá, a 2660 m y 4° 35' de latitud N, la media anual es de 14,4 °C pero la oscilación media anual no supera 1 °C. Los meses invernales son más calurosos que los veraniegos porque en éstos las mayores precipitaciones refrescan la atmósfera, mientras que de enero a abril el sol brilla radiante en un cielo despejado y la temperatura asciende ligeramente. Este clima, de primavera constante en cuanto a la temperatura, se ve desfavorablemente modificado por vientos helados y brumas que descienden a veces de las montañas, así como por ligeras lloviznas llamadas «paramitos» que en ciertas épocas se presentan todos los días.
Hacia los 3500 m se pasa a los páramos, con medias anuales en torno a los 10°C, largas heladas y borrascas de nieve que hacen imposibles los cultivos y conducen, por encima de los 4500 m, a las nieves persistentes.
Por su situación en la zona tórrida, Colombia tiene lluvias abundantes y regulares, con un máximo de intensidad al pasar el sol por el cénit. Las regiones más próximas al ecuador tienen dos estaciones secas separadas por dos húmedas; al N de los 8° se convierten en una sola estación seca y otra lluviosa. En Bogotá y Medellin las estaciones secas se producen de junio a setiembre (la principal) y de enero a febrero, mientras los meses de máximas lluvias son abril y noviembre. En Cartagena, a 10° 27' de latitud N, la estación seca se acusa mucho de enero a abril mientras octubre es el mes más húmedo del año.
En las costas las lluvias son casi constantes y muy copiosas (2,5 a 5 m en el Caribe y mayores aún en las costas del Pacífico), habiéndose llegado a registrar en San José una precipitación anual de 10000 mm. Humedad y calor constantes determinan en esas regiones, en especial el valle inferior del Magdalena, condiciones propicias al desarrollo de las enfermedades cutáneas.