Los climas polares se definen por su frío extremo y la ausencia de una estación cálida.
Estas regiones, ubicadas entre los polos y los círculos polares, experimentan fenómenos como el día perpetuo en verano y la noche perpetua en invierno.
El clima de tundra, predominante en el hemisferio septentrional, presenta inviernos largos y fríos, con temperaturas que pueden descender hasta -40 °C, mientras que las precipitaciones son escasas, principalmente en forma de nieve.
Se caracterizan por el frío y la ausencia de estación cálida. Fenómeno común en estas regiones climáticas, que . también se presenta en la parte más septentrional de las regiones subárticas, es el periodo de día perpetuo en verano y noche perpetua en invierno. El fenómeno se produce entre los polos y los círculos polares ártico y antártico.
El clima de tundra se circunscribe más o menos al hemisferio septentrional, en especial a las zonas costeras del Mar Ártico en América del Norte y en Eurasia y la franja periférica de Groenlandia. Son característicos del clima los inviernos muy largos y fríos y los veranos cortos y frescos. Las temperaturas de enero promedian bajo los — 17°C y en ocasiones hasta —40 °C; la temperatura media de julio es de unos 4,5 °C. Se producen heladas hasta en los meses de verano. Las precipitaciones son generalmente ligeras, de unos 250 mm por término medio en un año normal, habitualmente en forma de nieve.
El clima del casquete polar, poco conocido, corresponde a las grandes extensiones de hielos perpetuos concentrados alrededor de los polos y en Groenlandia. Estas regiones sufren las temperaturas más bajas del globo. La media durante todos los meses del año es inferior al punto de congelación del agua y la de los meses fríos se sitúa muy por debajo de — 17°C. Las precipitaciones son ligeras, probablemente de unos 250 mm al año, casi todas en forma de nieve.