Jean Baptiste Colbert (1619-1683) fue un destacado político y economista francés, conocido por su papel fundamental en la administración de Luis XIV.
Hijo de un comerciante, se convirtió en superintendente de Hacienda y ministro del Interior, donde implementó reformas significativas.
Su enfoque mercantilista buscó fortalecer la economía mediante la reducción de impuestos y la promoción de industrias, aunque su intervención excesiva en la economía generó críticas.
Biografía de Colbert, Jean Baptiste
(1619-83). Político y economista francés, hijo de un comerciante en lanas de Reims. Favorito del cardenal Mazarino (1649-61), fue recomendado por su protector a Luis XIV, quien, al dimitir Nicolás Fouquet, le nombró superintendente de Hacienda (1661) e inspector general (1665), cargos que simultaneó con el de ministro del Interior.
Su primera medida fue reducir la Taille, impuesto directo sobre la propiedad. Organizó racionalmente el departamento de Hacienda y revisó las acciones arancelarias; los ingresos netos de Luis XIV pasaron de 84 a 114 millones de libras, mientras el costo de la recaudación disminuía de 50 a 23 millones. Celoso apóstol del mercantilismo, emprendió la labor de reorganizar la política comercial del país sobre una base proteccionista que facilitara la creación de industrias y astilleros y reformó la administración colonial. Su celo metodizador e intervencionista, sin embargo, le arrastró demasiado lejos; su creencia reaccionaria de que la riqueza y los recursos económicos tienen un límite fijo obstaculizó el progreso económico, especialmente en los años que siguieron a su muerte. Es indudable que mejoró temporalmente el estado de la Hacienda francesa, pero a la larga muchas de sus reformas resultaron perjudiciales. Cabe señalar en su descargo que la política mercantilista era la más apropiada en aquella época. Por otra parte, Colbert imprimió a la industria francesa su característica tendencia a la producción de artículos elegantes y lujosos y protegió artes y ciencias, a las que dio nuevo impulso con la fundación de las academias de Ciencias y Arquitectura. A su iniciativa se debe también la construcción de El Louvre, Versalles y los Inválidos.