El término coletazo se refiere, en su sentido más literal, a un golpe que se da con la cola de un animal, como un gesto de defensa o advertencia.
Sin embargo, también tiene una connotación figurada, donde describe la última reacción o manifestación de algo, como un evento que se desvanece pero que aún deja una huella.
Así, el coletazo simboliza tanto un acto físico como una respuesta emocional o situacional.