El Collar de la Reina es una famosa joya creada por los joyeros franceses Boehmer y Bassange, destinada a Madame du Barry, la favorita del rey Luis XV.
Tras la muerte del rey, el collar, adornado con 500 diamantes y valorado en 1,8 millones de libras, quedó sin comprador.
La historia se complica cuando la condesa de Lamotte-Valois engaña al cardenal príncipe de Rohan, haciéndole creer que la reina María Antonieta deseaba adquirirlo, lo que desencadena un escándalo en la corte.
Célebre collar realizado por los joyeros de la Corte francesa, Boehmer y Bassange, con destino a Madame du Barry, favorita del rey Luis XV. Como éste muriera antes de que se pusiera fin a la obra, los joyeros se encontraron al terminar esta valiosa joya, adornada con 500 diamantes, con que su valor era demasiado elevado para que alguien pudiera comprarla. Estaba tasada en 1800000 libras.
La condesa de Lamotte-Valois, aventurera que servía en la corte, logró engañar al cardenal príncipe de Rohan, hombre vano, rico y disoluto, haciéndole creer que la reina María Antonieta deseaba obtener el collar y que, no disponiendo de dinero suficiente, estaba dispuesta a firmar un contrato de compra si él lo garantizaba. El cardenal, tras entrevistarse con quien creía ser la reina, suplantada en realidad por una bella joven apellidada D’Oliva, accedió a su petición y el 1 de febrero de 1785 el magnífico collar fue trasladado desde el taller de los joyeros a Versalles, donde, según lo acordado, habría de ser recogido por encargo de la Reina. Pocos días después la condesa de Lamotte-Valois y su esposo desaparecieron de París y se dedicaron afanosamente a vender los diamantes por separado. La transacción constituyó una estafa. Las cartas de la Reina fueron falsificadas por un sedicente camarero, experto imitador caligráfico. El caso fue juzgado por el Parlamento de París (1785-86) y, de acuerdo con su sentencia, el cardenal príncipe de Rohan fue desterrado y la condesa azotada y estigmatizada como ladrona. El marido de ésta fue condenado en Inglaterra a servir perpetuamente en galeras. Véase Rohan, Louis, Cardenal de.